Primavera de 1916. El vapor Príncipe de Asturias, en el que viaja el padre de Áurea Nebreda, nunca llegará a Buenos Aires. A sus trece años, Áurea tendrá que dejar Madrid para residir en Burgos con un tío paterno y su familia, de la que jamás ha oído hablar y a la que molesta su educación liberal, su afán de estudiar y su pasión por escribir, cuando su objetivo en la vida debería ser lograr un buen matrimonio. Culpan de su desobediencia al linaje de su madre, Teresa Garay, cuya desaparición, años atrás, está rodeada de misterio, y de la que nadie parece dispuesto a hablar.
Pero ni siquiera su familia puede oponerse al progreso que las mujeres impulsan en España en los años veinte. A veces abiertamente, a veces a escondidas, Áurea intentará seguir adelante con sus estudios y su escritura. Hasta que llega a su vida un amor inesperado que desafiará las estrictas reglas de la sociedad. Entonces, descubrirá que todos los esfuerzos realizados no han sido nada comparados con lo que tendrá que hacer para defender su derecho a la libertad sin traicionar su propio corazón.