Doña Aspersión vive en la casa morada de la Plaza de Benavides desde siempre. Tiene, además, un huerto en el que cultiva hortalizas y fruta.
Su vida es tranquila, muy tranquila, se diría incluso, que un poco monótona.
La llegada al pueblo de un extraño personaje, hará que su vida cambie para siempre.
La Plaza de Benavides está concebida como una obra teatral para ser representada, pero también para ser leída, e incorpora multitud de acotaciones que mejoran la comprensión del texto por parte del joven lector.