El detective Chris Bronson es enviado a Marruecos a investigar las misteriosas muertes de dos turistas. Allí comienza a seguir una serie de pistas que le conducirá desde un bullicioso mercado marroquí a las desérticas cuevas de Qumrán; desde los ecos siniestros de un túnel completamente inundado bajo la ciudad de Jerusalén, hasta una fortaleza azotada por el viento, cuyo nombre significa muerte. Amenazado a cada paso por un grupo de peligrosos individuos que tienen sus propios planes, se ve envuelto en un misterio que lleva sin resolver desde tiempos bíblicos, pues la piedra que debe encontrar es más antigua y mucho más mortífera de lo que nunca habría podido imaginar.