Argumento de La Pechuga de la Sardina
Lauro Olmo ha procurado en su obra que la fuerza de las situaciones dramáticas surja de los contrastes y que el ritmo de éstos, lento en los interiores o rápido en la calle, según las exigencias del drama, vaya creando el gran personaje que condiciona todo lo demás. Ese personaje es el ambiente: un ambiente que adquiere un poder asfixiante, desvitalizador. Todo va conduciendo a unas patéticas campanadas finales. No. La vida no puede caminar llevando en los tobillos unos prejuicios, unos pequeños seudodogmas que, como grilletes, le dificultan el devenir. En el vigésimo aniversario de su fallecimiento, esta producción de "La pechuga de la sardina" constituye, asombrosamente, la primera ocasión en que una obra de Lauro Olmo se estrena en un Centro Dramático Nacional.0