De nuevo nos sorprende Enrique Santín con esta publicación en la que afronta uno de los asuntos más candentes y de máxima prioridad para nuestra sociedad actual: la patología de los políticos y la necesidad perentoria de regeneración. Desde una perspectiva humanista y racional, analiza con singular agudeza los males o enfermedades de la comunidad política presente. La originalidad del punto de vista del autor es uno de los rasgos fundamentales. Enrique Santín acerca la persona del político al lector a través del símil del cuerpo humano (la salud, los males, el pulso, los cinco sentidos del político?) y, con esta perspectiva, tan ?humana?, va diseccionando pormenorizadamente todos los rasgos de su personalidad: sus virtudes y sus defectos, sus fortalezas y sus debilidades? Y es desde esa actitud de comprensión y tolerancia, pero en absoluto de condescendencia y permisividad, desde donde coloca el más alto nivel de exigencia ética.