Los relatos de terror aquí reunidos hacen gala de un lenguaje tan directo como efectivo: la minuciosa descripción queda relegada en favor de la fluidez de la trama, y el autor parece disfrutar desconcertando al lector siempre con un final inesperado. Los cuentos de Jacobs van más allá del terror, como dijo Chesterton, para ser, sencillamente sobrecogedores. El terror adopta en estos relatos una forma cotidiana, y surge en la vida de sus personajes convertido en obsesión, remordimiento o en oscura premonición de un destino trágico, lo cual los hace más verosímiles y cercanos.