El Muro fue derribado. Y la izquierda entró en crisis. Había que renovarse. Del rojo al rosa. Llega el ?buenismo? y su hechizo: una summa ideológica ?absolutización pacifista, quiebra de la política de seguridad y defensa, suspicacia frente a la democracia formal, igualitarismo del hormiguero, populismo, fundamentalismo ecologista, exclusivismo feminista, relativismo multicultural, fractura del modelo de Estado? que muestra la fatal arrogancia de quien sabe dónde está el Mal y señala el camino a seguir bajo amenaza de excomunión. Discurso gaseoso, prejuicios, doctrinarismo, ingeniería social deliberada y política de marketing para alcanzar el poder son rasgos de una izquierda prepotente y displicente que practica el yudo moral contra la disidencia, y genera consecuencias perversas. Y como ejemplo, el septenio rosa de Rodríguez Zapatero: una España empobrecida, disminuida, dividida y desprestigiada. Frente al discurso de la izquierda, simple y eficaz, donde las ideas devienen dogmas que pueden socavar una civilización, el pensamiento liberal garantiza la permanencia de la sociedad abierta.