Argumento de La Oración del Corazón
No se aprende a orar a base de raciocinios ni se adentra uno en la vida de oración porque esté convencido de que es más perfecto, sino porque algún día se ha notado el soplo del Espíritu que, desde el bautismo, vive en el interior esperando el momento de expresarse.
El cristiano debe liberar dentro de sí esta fuerza que puede invadirle como "a bocanadas" en medio de la monotonía, y vivir la experiencia de los discípulos de Emaús que "sentían arder su corazón" o la de Pablo, obsesionado no tanto por encontrar a Dios como por aguantar hasta el día de la visita.
El autor opina con experiencia que, para llegar a descubrir el rostro del Resucitado, hay que andar unos pasos que van desde la conversión hasta el verdadero amor al prójimo pasando por la oración ininterrumpida, etapas que explicita en este libro.0