Recetas sencillas, sabrosas, y prácticas, útiles en cualquier cocina para amas de casa, y aficionados principiantes.
¡Señor! Bendice mi cocinita, y bendice mi trabajo en ella: cocinar, fregar, y limpiar. Sazona las comidas que preparo con tu bendición y tu Gracia, pero sobre todo con tu Amor. Mientras que yo con los míos comparto el pan que nos das, siempre te lo agradecemos puesto que te lo debemos. Pero aparte del pan nuestro, yo te suplico algo más: que quien entre en mi cocina encuentre alegría y paz, rico alimento, buena acogida, ¡y eterna felicidad!.