Lucas, el protagonista de este relato, emprende una mañana nevada de enero desde su pueblo, Monsalud, la búsqueda de una oca blanquísima que ha huido del corral. Es la oca de la suerte, la oca de oro que iba a traer la felicidad a su familia. Lucas recorre lugares y paisajes y conoce tipos insólitos que le ayudan o le desvían de su búsqueda, pero el interés del relato trasciende la peripecia o la aventura misma para situarse en las palabras que lo conforman. Son éstas el oro auténtico, el valor real y no meramente simbólico que sustenta la vida humana. Además de un ejercicio literario encantador por su belleza y concisión verbales, La oca de oro es una novela radicalmente original, rara mezcla de relato fantástico y de novela lírica, que estimula al lector a jugar con su bien más verdadero y liberador: la fantasía.