Argumento de La Objeción de Conciencia y la Insumisión
Son cada vez más los jovénes que se plantean la negativa al servicio militar: las estadísticas no dejan lugar a dudas. Entre estos mismos objetores, son también cada vez más los que se declaran insumisos, negándose no sólo al cumplimiento de las obligaciones militares, sino a cualquier otro tipo de servicio sustitutorio.
Frente a un fenómeno significativo como éste, son muchas y divergentes las opiniones existentes dentro de la sociedad civil y de la eclesiástica, sobre todo en el tema de la insumisión. Para algunos, la moderna objeción de conciencia parece inconciliable con el pensamiento católico, pues sólo sería aceptable cuando hubiera que oponerse a una conducta inmoral considerada injusta o pecaminosa. La vida militar, por el contrario, no sólo sería legítima, sino que -dentro de ciertos límites y con ciertas condiciones- debería ser incluso impulsada. La aceptación de esta conducta equivaldría, en el fondo, a un gesto de tolerancia para evitar consecuencias peores.
No parece que nadie se oponga hoy con este radicalismo a la legitimidad de la objeción de conciencia, sobre todo cuando son bastantes los países democráticos que la han incluido en su legislación como una alternativa jurídica y cuando, además, es valorada también como una opción ética cargada de profetismo social y cristiano. Sin embargo, las reflexiones sobre la insumisión despiertan pareceres mucho más contradictorios. Según algunos, se trata de una conducta que nace de un talante isolidario y que no encierra más que un egoísmo encubierto. En el extremo contrario, la insumisión se considera como un verdadero derecho que a nadie se le puede negar.
Ante esta situación, es lógico que muchos se preguntas: ¿nos hallamos ante una conducta inaceptable o ante un gesto profético y evangélico?; ¿supone una actitud insolidaria para eximirse de cieras responsabilidades sociales o constituye un compromiso serio por la mejora de la sociedad? ¿manifiesta un talante anárquico o un ideal constructivo? ¿está impulsada por una motivación válida o es un producto de la picaresa latina?... Las siguientes reflexiones desean iluminar el tema desde una perspectiva ética -sin entrar en otros aspectos técnicos, jurídicos o políticos-, para que la conciencia personal de todos aquellos que se lo planteen tenga los datos necesarios antes de llegar a una decisión.0