«No quieras ser de este mundo, niña a medias. Déjalo. No hay nada. Sólo estoy yo, y te he atrapado».
Lírica, poética, estremecedora y absorbente, La niña Ícaro es una novela que trata el tema clásico del álter ego y de la existencia real o espiritual de «dobles», y habla de una niña que crece entre dos culturas y dos colores. Esta obra anuncia la llegada de un nuevo talento literario.
Jessamy tiene ocho años. Sensible, enigmática, poseedora de una imaginación desbordante y poderosa, se pasa las horas escribiendo haiku, leyendo a Shakespeare o sencillamente escondida en la oscura calidez del armario de las toallas. Hija entre dos mundos de padre inglés y madre nigeriana, Jess es incapaz de deshacerse del sentimiento de soledad que la embarga esté donde esté, y sus compañeros de clase observan con recelo su tendencia a sufrir terribles ataques de histeria.
Cuando visita por primera vez el poblado de la familia de su madre en Nigeria, conoce a sus tíos, tías, primos y a su formidable abuelo. Además, un día, se topa con TillyTilly, una niña indigente de su edad. Parece que Jess ha encontrado por fin a otra inadaptada que la comprenderá. TillyTilly conoce todos los secretos, los grandes y los pequeños, y guarda algunos que no está dispuesta a desvelar. Pero cuando TillyTilly le muestra a Jess lo fácil que es herir a quienes la rodean, Jess empieza a darse cuenta de que no tiene ni la más remota idea de quién es la otra niña.
Helen Oyeyemi nació en Nigeria en 1984 y se trasladó a Londres cuando tenía cuatro años. Escribió La niña Ícaro cuando estaba todavía en el instituto preparándose para las pruebas de acceso a la Universidad. En la actualidad estudia Ciencias Sociales y Políticas en el Corpus Christi College de Cambridge.