Un relato fantástico y divertido, en un formato para disfrutarlo a cualquier edad.
El placer de la lectura comienza por el propio libro. Por su aspecto, su tacto o su olor algunos libros te conquistan mucho antes de haber leído la primero línea. Algo así sucede con los que tengo ahora delante, pertenecientes a la colección Bosque viejo, con la que la editorial Gadir nos propone recuperar títulos clásicos (y no tan clásicos) en un formato que gustará tanto a los lectores más jóvenes como a los más experimentados. Gadir ha seleccionado algunos textos breves de grandes autores como Emile Zola, Marguerite Yourcenar, Luigi Pirandello, Oscar Wilde o Anton Chejov para presentarlos en una edición ilustrada muy cuidada y atractiva.
No es fácil escoger, pero me decido por La nariz , de Nikolái Gógol, un relato fantástico y divertido que se lee de corrido; un tomo ideal, por su extensión y su formato, para sacarlo a la calle y abandonarse a la imaginación y al humor del autor.
Un hombre pierde su nariz; se despierta por la mañana y, al mirarse en el espejo, la nariz ya no está. El mayor Kovaliov está desesperado: no tener nariz es un problema para cualquiera, no cabe duda, pero para él, un distinguido caballero con una notable vida social, es un auténtico desastre. Superada la sorpresa inicial corre angustiado a la calle a buscar su nariz, pero su inquietud se transforma en pánico cuando descubre casualmente a su nariz caminando por la calle vestida con uniforme de funcionario. ¡Un funcionario de mayor rango que el suyo!