El presente libro explora el sentido de posibilidad abierto por los desestabilizadores conflictos militares, los levantamientos sociales y los avances tecnológicos de la época.
El autor muestra cómo la multiplicidad de estilos musicales puso en cuestión ideas asumidas tradicionalmente en torno a la práctica compositiva, los límites entre música y ruido, o la relación entre compositor, intérprete y espectador. Asimismo pone de manifiesto cómo los compositores y sus obras han desempeñado un papel importante a la hora de definir las ideas de nación, raza y género, así como de configurar el mundo moderno, para bien y para mal.
Una nueva visión de la música de nuestra época, que pone de manifiesto el importantísimo papel desempeñado en su desarrollo por los conflictos políticos, los avances tecnológicos y por la propia sociedad en cuyo seno han surgido las obras.