Necesitaríamos la vida entera para lograr una integración total. Esta obra nos puede ayudar a avanzar por ese camino. El autor nos demuestra bien a las claras que la espiritualidad, lejos de ser asunto de unos pocos, está abierta a todos, aunque supone siempre un desafío que, de ganarlo, traerá sentido y plenitud a nuestra vida.