Argumento de La Musa Oscura
En el Berlín de 1865 una mujer es asesinada de manera brutal. Julius Bentheim, un joven estudiante de Derecho que, gracias a su talento como dibujante, gana algo de dinero realizando bocetos de escenas de crímenes, colabora con la investigación. Todos los indicios apuntan a la culpabilidad del excéntrico profesor de filosofía Botho Goltz, empezando por su propia confesión de los hechos. Sin embargo, cuando el presunto asesino es finalmente llevado ante la justicia, hará gala de una astucia tan maquiavélica no hay arma homicida, no hay móvil y la policía incluso ha hecho desaparecer sin saberlo algunas de las pruebas que acabaremos preguntándonos si Goltz pagará por su sórdido crimen o si conseguirá justificar ante todos su inocencia. Es esta una soberbia novela de detectives en la que escuchamos ecos del mejor Balzac, de Dickens, de Zola, y que crea una suerte de espejo en el que se refleja lo más oscuro del Berlín decimonónico y de la condición humana.
Una magistral «kriminalroman» por la que su autor se hizo merecedor del European Union Prize for Literature, primera entrega de la que está destinada a convertirse en una de las sagas policíacas de nuestra época.1