"Cuando a una planta se le ven las raíces, está muy expuesta a todo, muy vulnerable a cualquier peligro. Así se sentía ella, había enseñado demasiado. sus raíces estaban a la intemperie, y ahora ellos sabían cómo era: alegre a ratos, algo mayor, algo gorda, algo guapa, algo lista."
También podemos ver en La mujer tranquila como lo desconocido, lo nuevo, a veces no es tan peligroso si lo comparamos en la distancia con lo que hemos vivido.