Dos son los objetivos de este libro, en parte distintos, pero también complementarios. Por un lado, pretende hacer una presentación de las creencias fundamentales que comparten los miembros de la Iglesia católica. Creencias entendidas como esas convicciones profundas en las que las personas están y desde las que elaboran sus discursos teóricos para comprender el mundo que les rodea y las que les orientan en la configuración de sus prácticas cotidianas.
El segundo objetivo del libro es reflexionar sobre cómo esas creencias profundas animan todo un proyecto de vida que pretende estar seriamente comprometido al mismo tiempo con el mundo que nos ha tocado vivir y con el mensaje evangélico transmitido por la tradición. Las creencias se convierten de este modo en ideas razonadas que descienden a propuestas más concretas que pueden disgustar o agradar. Constituyen, por así decir, la piedra angular sobre la que descansa todo el edificio de una presencia pública en la sociedad o el hilo conductor de la historia de una vida o de una identidad narrativa. En este caso, la exposición se hace además en diálogo con aquellas personas que se han alejado completamente de las convicciones religiosas, aquellas para las que, en sintonía con el profundo proceso de secularización e incluso descristianización de la sociedad contemporánea -en especial de la española-, la religión ha dejado de formar parte de su manera de ver el mundo y orientar su vida.