En 1951 Czeslaw Milosz, que había ejercido la función de agregado cultural del gobierno comunista de Polonia, pide asilo político en Francia. Durante los años que ha estado trabajando para el nuevo sistema impuesto en Polonia puede conocer los diferentes ardides del poder para ir recabando autores que puedan serle útiles, y también los cambios que se producen en esos autores que quedan bajo los efectos del encantamiento y tienen que ir amoldándose a las nuevas exigencias. Y en 1953 publica el presente libro, cuando el realismo socialista había llegado a su punto más álgido. En La mente cautiva, Milosz descubre todos los entresijos de ese sistema a partir de las experiencias de cuatro autores. Ante el lector se abre toda una maquinaria con todas sus piezas de la que la mente tiene difícil escapatoria. La desenmascara en un libro ya clásico sobre un sistema que dejó cautivadas a numerosas mentes dentro y fuera de los países en los que se aplicaba. Pero no están únicamente las relaciones de los escritores con el poder, Milosz ahonda en las necesidades humanas, en el terror de una época de la Historia y en la imposición de la necesidad histórica.
La decisión de Milosz, como escritor que también habría podido sucumbir a esa seducción, es un ejercicio de libertad, de libertad del hombre y del propio escritor, y un análisis penetrante de gran calidad literaria acerca de la fascinación que ejerce el poder. Con los años, La mente cautiva se convertiría en un libro de referencia sobre cualquier sistema totalitario.
La mente cautiva fue el inicio de la producción ensayística de Czeslaw Milosz, uno de los poetas imprescindibles del siglo xx. En 1958 publica Mi patria familiar, un ensayo sobre la zona donde nació y creció, esa Europa que durante muchos años ha sido desconocida por Occidente. Galaxia Gutenberg publicará próximamente este segundo ensayo en una nueva traducción directa del polaco.