Hacerles sentir que comprendemos cómo se encuentran, cómo les afectan los acontecimientos, hacerles llegar el mensaje de que ellas puedan gestionar sus propios conflictos, es abrir una corriente positiva para que el cambio se produzca porque la confianza genera autoconfianza.
Esta corriente de confianza difícilmente puede generarse si el mediador no la tiene en sí mismo, en su competencia personal y profesional y en el proceso de mediación.
Comprender y asumir la filosofía de la mediación es la manera de que la entiendan y compartan las partes.