Laura ha conseguido su propósito, ha destruido todas las defensas y murallas con las que se protegía Karol y le ha robado el corazón. Ahora Karol tiene que demostrarle que es el hombre adecuado para ella. Y mientras Karol está ocupado en trazar planes para convencer a su ladrona hasta qué punto es perfecto para ella, Tuomas se siente cada vez más perdido. Está abatido por los remordimientos y la mala conciencia. Necesita pagar por todo lo que hizo, por todos los pecados que cometió. Con Silvia encuentra la mejor manera de pagar: mediante la humillación y el sometimiento.