Tienes todas las luces de mis ojos
todas las huellas de mis páramos
todos los gritos de mi pecho.
Tienes todas las ramas de mi cuerpo
toda mi tristeza.
Dueño absoluto de mi suerte
abréviame la estancia entre estos seres
que van absortos o simplemente fríos.
Déjame ser la loca de los parques.