La llamada de un extraño te puede sorprender. Si este extraño parece conocerte mejor que tú a ti mismo, te puede llegar a inquietar.
Si el extraño te llama a ti y a los tuyos, te puede desconcertar.
Si no puedes evitar sus llamadas, te desesperarás.
Si ese extraño está dispuesto a recompensarte, te puedes aficionar.
Si decide castigarte, será demasiado tarde para rectificar, si es que alguna vez pudiste rectificar.
Una novela negra con un malo cortés y misántropo, y unos buenos corrientes y atrapados.
Una novela negra formalmente atrevida: dialogada; literalmente dialogada. Ni una descripción, ni una acotación, ni un narrador. Los protagonistas, todos los protagonistas, están desamparados.
Reza para que no te llame López.