Un brillante ensayo sobre los nazis a quienes ocultaron y protegieron en España Franco y la Iglesia.
Durante la Segunda Guerra Mundial, mientras las tropas alemanas invadían Europa, centenares de agentes de la Gestapo, la Abwehr y la SD trabajaban a su antojo en todas las ciudades españolas. Diplomáticos, periodistas, empresarios, productores de cine y agentes profesionales conformaban una extensa red con ramificaciones y contactos en la administración y en las élites dominantes de la sociedad.
En 1997, el periodista José María Irujo encontró la lista presentada por los Aliados en la que se reclamaba la repatriación de 104 presuntos espías alemanes que se ocultaban por toda España. Durante cinco años, el autor ha hurgado en su pasado en un intento de reconstruir sus vidas y relatar sus peripecias. Ninguno de ellos fue entregado: muchos se refugiaron en casas de españoles, mientras que otros, permanecieron ocultos bajo la protección de la Iglesia y huyeron a Suramérica.
Las fascinantes aventuras de estos espías de Hitler, algunas de cuyas familias siguen entre nosotros, son una muestra fiel de la protección de la que gozaron los nazis en la España de Franco.