Alexis Casas ya no está por seguir con la rutina en que se ha convertido su vida. Tras más de dos décadas como piloto comercial, cada vuelo transoceánico se repite. Mientras pasa diez meses al año fuera de casa, sus dos hijas se han hecho mayores y se han emancipado, sin apenas conocerlas como adultas. Hasta que en unos grandes almacenes de Toronto llama su atención una libreta con tapas amarillas. Tras adquirirla, escribe sus impresiones en sus hojas y empieza a mitigar su profundo vacío. Entonces toma una decisión drástica, pide una excedencia profesional para escribir una historia única.