Sicilia, primera mitad del siglo XVIII. Mientras en Europa se imponen las ideas de la Ilustración, en Palermo, la hija de una familia noble, está destinada al matrimonio o a la clausura, como todas sus primas y hermanas. Los matrimonios y la vida monacal tienen que servir a los intereses de los Ucrìa, que se van emparentando de este modo con las grandes familias palermitanas.
Pero esta niña es sordomuda y para comunicarse debe aprender a expresarse a través de la escritura. A los trece años la casan con un tío suyo, hermano de la madre, y trae al mundo hijos, como de ella se espera, pero su vida sólo se enriquece gracias a la lectura. Así logra conocer el mundo más allá de los estrechos confines en que la encierra su cotidianidad.
A pesar de todo, conocerá el verdadero amor y su actitud provocará el escándalo. Es ésta la historia de una mujer extraordinaria, antepasada de la autora, que sabe afrontar la vida con valentía y pasión en un universo fastuoso en las entrañas del cual reinan sin embargo la sordidez y la mezquindad.