Si bien es cierto que los tiempos evolucionan y que, de unos pocos años a esta parte, contamos en España con leyes que avalan nuestros derechos como ciudadanos de primera clase, no lo es menos que, ante unas avanzadas leyes democráticas, todavía en nuestra sociedad queda un sector recalcitrantemente homófobo que no cesa en ponernos cortapisas con la insana intención de mutilarnos nuestro derecho inalienable a ser felices.
Y, claro está, ese sector de la sociedad irrespetuoso, cronológicamente extendido sin límites de edad, va desde personas mayores de catolicismo ortodoxo, imbuidas en oscurantismos irracionales, a jóvenes educados en familias homófobas que, consecuentemente, se han contaminado de los mismos prejuicios que padecen sus padres. Todas estas personas están causando un dolor sádico a nuestro colectivo por el mero hecho de gozar de una afectividad y sexualidad diferentes a la suya...
Empezamos a descubrir la orientación de nuestra afectividad y el deseo de canalizar nuestras naturales pulsiones sexuales hacia una persona de nuestro mismo sexo, y es ahí precisamente, con trece años más o menos, cuando comienzan a surgirnos de nuestra propia mismidad un maremágnum de conflictos de los que nos queremos liberar. Uno clave es la salida del armario con todas las cuestiones que la visibilidad plantea.
Partiendo de estos datos realmente preocupantes, iniciamos la andadura de este manual de autoayuda que también me agradaría que sirviese de reflexión y apoyo a vuestras familias, profesorxs y amigxs ya que son pilares fundamentales donde sustentar el respeto a la diversidad afectivo sexual.