La historia de una niña, que descubre las emociones ajenas en el sabor de los platos que come.
Rose Edelstein está a punto de cumplir nueve años, y prueba a escondidas un pedazo de pastel que su madre ha cocinado para ella. Ella espera disfrutar del sabor del limón mezclado con el azúcar, pero de repente su boca se llena de soledad y tristeza. Sin que nadie sepa cómo ni por qué, la niña descubre que puede adivinar los sentimientos de quien cocina, y desde entonces comer será su arma secreta para conocer mejor a los demás. No solo los platos más sofisticados, sino unas simples patatas fritas o unas tostadas con mantequilla tienen historias que contar, y ahí está Rose, intentando acercarse al dolor de los demás y aprender a vivir. Intrigada y a menudo asustada, la niña descubre el lado oscuro de su propia familia: ese hogar en apariencia feliz se derrumba bajo el peso de la ansiedad de su madre, la indolencia de su padre y las extravagancias de un hermano que intenta huir de la rutina negando la realidad. Los años pasan, y por fin esa chiquilla que ya es mujer encontrará el buen sabor de la vida. ¿Cómo? Para saberlo, habrá que disfrutar de esta hermosa fábula que Aimee Bender ha cocinado con talento e imaginación.