Su planteamiento parte en primer lugar del reconocimiento del significado dialéctico de la ideología, pues ésta hace sujetos a los hombres en dos sentidos: por un lado los sujeta a un orden; por otra parte los convierte en sujetos capaces de cambiar ese orden. En segundo lugar, la ideología no es algo que se tiene, sino un proceso social que interpela, llama a los individuos, dentro de un concierto cacofónico en que las diversas ideologías compiten entre sí. En tercer lugar, Therborn se propone cambiar de forma explicita la determinación material de las ideologías, contra la tendencia actual a hacer hincapié en su aspecto puramente discursivo.
Este ensayo constituye la prolongación natural de la obra anterior del autor, ¿Cómo domina la clase dominante?, publicada por Siglo XXI al igual que su, primer libro, Ciencia, clase y sociedad.