Argumento de La Identidad Humana como Programa Estacionario Metafísico
En los tiempos que corren, la vida no es un postulado indiscutible, ni siquiera bajo su aspecto biológico. Es objeto de biopolítica. Esto equivale a afirmar que hay que decidir si se quiere tutelar o promover una forma de vida y cuál es, eventualmente, dicha forma. La permanencia de la identidad de la vida, su resistencia a sí misma, ya no es un postulado, un factum de la acción: se ha convertido en una tarea del pensar. La filosofía no puede eludir este desafío si desea seguir siendo acción histórica, historia. Por otro lado, una especie que está satisfecha de sí misma y que se ha colocado en la cima de la creación y en el centro de la scala naturae, ¿por qué tendría que evolucionar hacia afuera de sí misma? Al paradójico deseo de trascender la propia esencia que anima al hombre tecnológico, es necesario responder con un programa estacionario de la existencia humana. En otras palabras: progresar en una forma de vida que permanezca dentro de su autorrecognoscibilidad para nosotros.0