Argumento de La Huella de las Ausencias. Un Relato sobre Walada
En la Córdoba del siglo XI, entre los últimos restos del esplendor del Califato y los primeros indicios de su decadencia, destaca la figura de Walada, única hija del califa Muhammad III al-Mustakfi. Adelantada a su tiempo, vivió cada momento según sus propias reglas: su infancia regalada, la muerte de su padre, su juventud como poeta y mujer libre, gracias a su posición privilegiada; sus amores con el también poeta cordobés Ibn Zaydún; su madurez alejada de la vida social y dedicada a la enseñanza, y su vejez plagada de recuerdos y añoranzas. Toda una vida contada desde la perspectiva, los ojos, la inteligencia y las emociones de la princesa Omeya que, con voz firme y certera, va tejiendo una existencia dedicada a luchar contra los estereotipos, a defender su propio espacio y a cultivar la poesía y la cultura, únicas armas que le son permitidas por su condición femenina.1