Siempre me ha maravillado la facilidad que tienen los niños para hacer preguntas. Esta pequeña conversación, con mi nieta de cuatro años, ejemplifica bien lo que he querido contar en éste cuento: ?¿Los Unicornios existen? Con sus bellos ojos y su mirada inocente, me miraba expectante esperando mi respuesta. La miré tiernamente... Con tan solo cuatro años de edad, empezaba hacer preguntas difíciles de contestar. ?¡Claro que existen!? Me asombré al escuchar mis palabras. ?Son seres mitológicos y mágicos, que viven en el bosque en perfecta armonía en la naturaleza con todos los animales. Los hay azules y blancos, tienen en la frente un cuerno que se les ilumina y alas para volar cerca de las estrellas...? A medida que iba relatando lo que sus oídos querían oír, su cara se iluminaba. ?¡Yo quiero verlo!? ?Claro que lo veras, siempre que lo desees, ellos volarán, vendrán hacia ti y estarán siempre a tu lado...?? Porque cuando preguntan, lo hacen con toda la simplicidad y naturalidad del mundo, no dudan si tu respuesta es la correcta. En su mundo todo es posible si sabemos trasmitirles confianza, seguridad y sobre todo mucho amor...