Uno de los grandes fallos de nuestra homilías es que no suelen tener esquema. Se habla sin orden lógico, sin saber qué es lo que se quiere decir ni realmente a dónde se quiere llegar. Antes de rellenar una homilía, con el ineludible componente personal de cada cual, es preciso tener claro y delante el esquema que se va a desarrollar. Por eso nos ha parecido interesante ofrecer no tanto una homilía hecha cuanto un esquema, una propuesta que cada cual habrá de construir. Permítasenos desvelar los puntos en los que se se asienta dicho esquema de homilía: título, constatación, iluminación de la Palabra, reflexión, profundización y conclusión.
Fidel Aizpurúa es capuchino, profesor de Sagrada Escritura en la Facultad del Norte, sede de Vitoria. Tiene publicados los siguientes libros en esta editorial: Vuestra alegría no os la quitará nadie, Con ojos de mujer, Homilías para el sacramento del Matrimonio.