Irene, una joven tímida y solitaria, sueña con Vâudïz, un mundo imaginario en el que la princesa Nannerl vive junto a un grupo de guerreras, sin saber que una amenaza de siglos se cierne sobre ella. Cuando aparece Erick, el chico nuevo de la clase, Irene y él se hacen amigos y ella y le revela los secretos de ese fantástico lugar. De pronto, la delgada línea que divide lo real de lo imaginario parece romperse y el mundo de Vâudïz se convierte en una presencia muy real, que puede poner en peligro a Irene y a su nuevo amigo Erick. Primer título de una apasionante tetralogía, La heredera desborda imaginación en cada una de sus páginas. Cuando la empezó a escribir, la autora apenas tenía 15 años.