Julio César y su "Guerra de las Galias" representan en cierto modo la voz de Roma, de su misión y de su destino, que consistía en imponer un orden de unidad en la lengua y en la política. Escrita en el latín más puro y elegante de todos los tiempos, debajo de la aparente sencillez de su estilo hay una cuidadosa elaboración de su técnica narrativa en el léxico, en la sintaxis y en el tempo narrativo. No es casualidad que esta obra haya atraído tanto durante tantos años.