Asturias, 1934. Amaya vive con sus hermanos y sus padres, maestros republicanos, en la apacible Gijón. A la revolución del 34 le sucede la Guerra Civil, los continuos cambios de domicilio, el racionamiento, el miedo a la derrota, la decisión de sus padres de enviar a los hijos varones a Rusia, la emotiva despedida. Una novela narrada en primera persona por la protagonista de quince años, como si de su diario se tratara. Amaya deja testimonio, con una mirada lúcida, de unos años difíciles en los que el miedo, la incertidumbre, la lucha por unos ideales y la pérdida tiñen su juventud.