El autor realiza un estudio exhaustivo de las operaciones militares en Extremadura durante la Guerra Civil de 1936-1939, valiéndose para ello de una documentación amplia y diversa así como de un riquísimo material fotográfico, que le ha permitido abordar, con la imparcialidad y rigor que requiere un tema de estas características, cuestiones tan interesantes como la ayuda extranjera a las fuerzas de Franco por tierras extremeñas, la toma de Mérida y Badajoz por las tropas de Yagüe en el caluroso agosto de 1936 o el control nacionalista de la Bolsa de la Serena en el no menos tórrido estío de 1938, cuando el declive republicano en la región se convertía en una dura realidad y el final del conflicto no tardaría en llegar.
Fueron casi tres años de lucha que dejaron una huella indeleble en pueblos y ciudades de Extremadura, donde numerosas viviendas y cuantiosos edificios singulares, tanto civiles como religiosos, resultaron seriamente afectados, cuando no destruidos en su totalidad, como consecuencia de los enfrentamientos armados registrados entre uno y otro bando. Daños materiales que en ningún caso cabe comparar con los humanos, con una población que sufrió, al igual que en todo el país, las vicisitudes inherentes a una contienda de estas características, donde el dolor y el sufrimiento por la irreparable pérdida de vidas humanas acapararon un papel de primer orden, marcando durante décadas a las generaciones de extremeños que vivieron estos trágicos años.