Este libro cuenta la historia temprana del Opus Dei, cuando sólo era una pequeña semilla que empezaba a florecer (...). En aquel tiempo el Opus Dei sólo contaba con unos doscientos fieles (...). Todo lo que vino después, y lo que está por venir, fue, pues, un desarrollo de lo que ya existía entonces.
Echando la vista atrás después de más de medio siglo, sería fácil suavizar inconscientemente la dureza de la historia de los comienzos a la luz del crecimiento posterior.
A pesar de las dificultades de los comienzos, el Opus Dei sobrevivió y se consolidó. Su supervivencia y crecimiento no son, sin embargo, conclusiones que se daban por supuestas. Se deben, principalmente, a la gracia de Dios y, también deben mucho al valor extraordinario, fortaleza y fe del fundador y de sus primeros seguidores, que este libro documenta.