El implacable Jamie Campbell, domeñador de Escocia y caudillo de su más poderoso clan, es el hombre a temer en las tierras altas. Una enorme fuerza bruta unida, a un agudo olfato político, hace de él el depositario de un poder con el que pocos hombres quieren lidiar. Está resuelto a pacificar Escocia y terminar con la agitación y el caos. Sus objetivos son claros: mientras finge pedir la mano de la hija del Jefe de los Lamont, quiere descubrir si los Lamont están dando cobijo a algún MacGregor, un clan proscrito. Pero la simulación se transforma en deseo cuando conoce a la bella fierecilla que rige con suave mano de hierro los asuntos de su familia. El salvaje Highlander no esperaba que la mujer a la que quiere como a ninguna otra lo pondría a prueba hasta límites insospechables# quizá el compromismo de Jamie con su misión y su clan no sean tan fuertes. Agasajada y mimada por su familia, Caitrina Lamont no tiene la menor intención de apartarse de su amado padre y sus cuatro hermanos mayores, que comen de la palma de su mano, por un marido# y mucho menos por un Cambpell. Pero Jamie no es nada comparable a la retahíla de pretendientes a los que el padre de Caitrina está acostumbrado a pisotear. Jamie posee una cruda virilidad que la intimida como no lo ha hecho ningún otro hombre. Pero cuando el mundo idílico de Caitrina se desmorone, ¿será el hombre a quien ella culpa de la tragedia su única esperanza de futuro?