El cardenal Martini reflexiona sobre el misterio de la fragilidad y del dolor inocente a partir de la imagen de Job, figura emblemática del Antiguo Testamento, símbolo de toda persona que sufre.
El mensaje bíblico es extraordinariamente consolador: el ser humano percibe su propia fragilidad y la precariedad de todo, pero solo cuando acepta confiar en Dios camina hacia la verdad, porque asume sus límites y encuentra los recursos necesarios para afrontar el tiempo de la prueba.
CARLO MARIA MARTINI (1927-2012), arzobispo de Milán de 1980 a 2002, fue nombrado cardenal en 1983. Jesuita y biblista de fama internacional, fue rector del Pontificio Instituto Bíblico y de la Pontificia Universidad Gregoriana. Entre sus últimas publicaciones destacan: El itinerario espiritual de los Doce. Ejercicios ignacianos a la luz del Evangelio de Marcos / Algo en que creer. Recuperar la confianza y superar la angustia del tiempo presente (en Ediciones Mensajero) / Las alas de la libertad / Pruebas y consolaciones del sacerdote / ¡Remad mar adentro! / La transformación de Cristo y del cristiano a la luz del Tabor / Hablad con el corazón: últimas cartas a los lectores / Los Ejercicios ignacianos a la luz del Evangelio de Juan (en la Editorial Sal Terrae).