Una novela que huye de una visión edulcorada del mundo, para centrarse en las pasiones humanas y en cómo dos personas, lejanas en condición y experiencias, pueden coincidir, complementar sus miserias y llevar el amor y la compasión al extremo.
Olga, una joven traductora sumida en una profunda depresión, vive prácticamente enclaustrada en su apartamento de Madrid, frente a la Plaza de Lavapiés. Sin embargo, la llegada de un nuevo inquilino al piso de al lado le hace presentir que este hombre la ayudará a salir del pozo en que se encuentra.
Poco a poco, comienza a obsesionarse con sus rutinas hasta conocer a Andrés, un pintor chileno que vive sumido en terribles recuerdos de la dictadura. Este encuentro desencadenará una intensa relación y los llevará a vivir situaciones límites, que cambiarán de manera definitiva sus existencias.
En esta novela, dos puntos de vista narran un mismo periodo, así como también la cara oculta de la sociedad actual, donde la enfermedad y el desamparo conviven con las luces de neón y la euforia, casi convirtiéndose en su reverso obligado. Un relato que desvela cómo en nuestras ciudades coexisten las más hermosas historias junto a los más terribles secretos.