Argumento de La Feria de las Vanidades
El 15 de junio de 1812 dos jóvenes señoritas, Amelia Sedley y Rebecca Sharp, terminan su educación en la escuela de la señorita Pinkerton en Chiswick Mall. Desde el primer capítulo queda esbozado el carácter de ambas heroínas: Amelia (hija de un agente de bolsa), dulce, modosa, conforme con su destino; Rebecca (huérfana de un pintor del Soho y una corista francesa), arisca, con pocos miramientos, nunca conforme con nada. Enfrentadas las dos, en todo caso, a los azares de la vida, del amor y de la historia el regreso de Napoleón y la batalla de Waterloo, que afecta, más a que a nadie, a los «no combatientes», ninguna de ellas escapará a la necesidad de sobreponerse a los reveses y a la adversidad.1