En 1944, Agatha Bloom llega a la granja de Old Monks, en Lancing, para visitar a un anciano que vive allí, arruinado y en el olvido, gracias a la caridad del matrimonio Colman. Se trata de lord Alfred Douglas, el conocido amante de Oscar Wilde. El motivo de la visita es que el viejo Bosie le cuente a la periodista qué ocurrió en realidad entre Oscar y él. Conforme Bloom se gane la confianza de su anfitrión, éste compartirá con ella anécdotas y confidencias que revelarán una versión muy diferente a la oficial. El lector descubrirá a un Douglas temperamental, sí, pero simpático, irónico y muy conocedor de la literatura, la sociedad y la época que ha vivido.