Este libro responde a una pregunta fundamental que todo el mundo se plantea hoy día: la familia ¿es una institución del pasado que podemos modificar según nuestros sentimientos y mociones afectivas, o es una realidad que tiene una forma propia, respecto a la que se mide el carácter más o menos humanizante de la sociedad? Para responder a ella, es necesario dar razones sociológicas que sostengan que la familia es una institución del futuro y no solo del pasado, porque tiene bases naturales sobre las que cada cultura podrá erigir formas diversas, pero no que anulen su naturaleza propia.