Argumento de La ética de Cristo
En tiempos de tanta crispación, de fracturas y confrontaciones, como los que estamos viviendo, ha llegado la hora de preguntarnos por nuestra ética, por los principios y convicciones que rigen nuestra conducta. Es evidente que, a poco que se piense en este asunto, pronto nos damos cuenta de que algo funciona mal. No porque seamos peores personas que las gentes de otros tiempos. No es cuestión de mejor o peor voluntad, de mayor o menor generosidad. El problema está en que los tiempos han cambiado y nuestra cultura es distinta. La sociedad evoluciona a un ritmo tan rápido y toca zonas tan hondas de nuestras vidas, que se impone una nueva comprensión del principio rector de nuestras conductas.
La propuesta que hace este libro es que, en la forma de vivir y en las enseñanzas de Jesús de Nazaret, encontramos un criterio determinante que ilumina, de forma sorprendente, el camino que nos puede llevar a una situación mejor y a una convivencia más humana. Se trata de comprender que el principio del deber ha de ser sustituido por el principio de la necesidad. No, por supuesto, las necesidades que nos crean la publicidad y los intereses de las marcas. Hablamos de las necesidades básicas de la vida, las que nos son comunes a todos y que casi nadie tiene debidamente cubiertas. El principio del deber nos ha acarreado demasiados sufrimientos y ha demostrado sobradamente su ineficacia. Ya es hora de que pensemos que, en lugar de ser yo un buen cumplidor de mi deber, lo que importa es que todos nos desvivamos por satisfacer las necesidades de los demás. Seguramente en esto reside el legado mejor que nos dejó Cristo.0