Renato Grinberg es un músico brasileño que un día decidió cambiar el rumbo de su carrera con el propósito de llegar a ser un ejecutivo de éxito, ¡y lo consiguió! La estrategia del Ojo de Tigre se basa en la historia personal del autor: cómo se abrió camino y consiguió puestos directivos en el competitivo sector del entretenimiento de Estados Unidos, a pesar de partir con desventaja frente a los candidatos locales. Su estrategia consistió en poner en valor sus fortalezas y, de forma ordenada, aplicar un conjunto de técnicas que le llevaron a formar parte de las más reconocidas multinacionales. Este libro se fundamenta en la metáfora del tigre, como animal que se concentra en su objetivo, con el fin de transmitir fácilmente al lector un método y una actitud para alcanzar las metas. Los conceptos son simples, pero no simplistas, lo que permite acercarlos a la realidad de todos. La estrategia del Ojo de Tigre es un manual válido tanto para las personas que empiezan su trayectoria profesional como para aquellas que se han propuesto una transición de carrera, además de cualquier persona que desee alcanzar un propósito en el contexto de la empresa.
Renato Grinberg (São Paulo, 1973) está especializado en gestión empresarial, liderazgo, motivación y desarrollo profesional. Se graduó en música por la universidad Alcântara Machado de São Paulo (FAAM), tiene un posgrado en marketing por la University of California Los Angeles (UCLA) y un MBA por la University of Southern California (USC). Fue alumno de liderazgo de John Kotter en la Harvard Business School. Ha desarrollado su carrera profesional en grandes multinacionales como Sony Pictures y Warner Bros en Estados Unidos, y también ha sido director general de Trabajando.com en Brasil. En la actualidad es director general de Liderazgo y Gestión de la consultoría BTS para América Latina (www.bts.com). Asimismo es profesor, conferenciante en distintos países, columnista del web de Harvard Business Review Brasil y autor de los libros O instinto do sucesso y O líder alfa. Su web es www.renatogrinberg.com.br
Presentación Mucho antes de ser ejecutivo y de llegar a ser presidente de empresa, yo era un músico profesional insatisfecho con mi carrera. Opté por la música instrumental, e incluso logré cierto reconocimiento en el medio, con la grabación de varios CD y la realización de algunas giras. No obstante, tenía grandes dificultades debido a que la música instrumental nunca fue muy apreciada. Como la mayoría de los jóvenes artistas mi sueño era ser famoso. No quería ser solo un buen músico y tocar en bares, eventos o pequeños conciertos. Quería ser muy famoso. Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, me di cuenta de que eso no iba a suceder. Entonces me encontré con un dilema: o bien conformarme con la vida de músico, independientemente de ser famoso o no, o bien cambiar de carrera. Pensando en esta cuestión descubrí que lo que realmente me movía era el objetivo de realizar algo grande y cuando vi la imposibilidad de alcanzarlo con la música, me quedó claro que debía cambiar mi carrera radicalmente. Paralelamente a mi carrera artística, para complementar mis ingresos, organizaba eventos corporativos con música en vivo y también trabajaba con agencias de publicidad en campañas publicitarias. Por ello, al tener cierto contacto con el mundo de la empresa, me pareció viable buscar mi realización personal en el mundo de los negocios. Así que me decidí a perseguir el objetivo de ser un ejecutivo de éxito. A partir de ahí, me embarqué en un arduo viaje de transformación de músico a ejecutivo, que me llevó a los Estados Unidos, donde cursé un MBA Master in Business Administration y trabajé en algunas de las más grandes corporaciones del mundo como Sony Pictures y Warner Bros. En Warner fui seleccionado para un programa de desarrollo ejecutivo de entre cientos de candidatos de los más prestigiosos MBA de todo el mundo, y me convertí en un director de una unidad de negocio que generó ingresos anuales de más de dos mil millones de dólares. De vuelta a Brasil, continué escalando peldaños en el mundo corporativo y llegué a la presidencia brasileña de una multinacional, en el segmento de reclutamiento y selección. Dirigiendo esa empresa desde el año 2008, tuve el privilegio de conocer a muchos ejecutivos que buscaban nuevas oportunidades de trabajo. Siempre oía cuidadosamente las razones por las cuales los profesionales dejaban su último trabajo y era común escuchar explicaciones en las que la persona nunca se hacía responsable de nada. El motivo de su salida siempre era culpa de sus colegas, la empresa, la economía, y así hasta el infinito. Sin embargo, también escuchaba explicaciones en el extremo opuesto, por ejemplo: «Perdí mi trabajo, ya que no era muy bueno con los números" o "no se me daba bien trabajar con los clientes" o "no estaba motivado con mi trabajo y por ello terminé abandonando». Cuando preguntaba por qué entonces él o ella no hacía algo para remediar la deficiencia, a menudo la respuesta era «Ah, descubrí que no tengo talento para esto o aquello» o «en realidad no estaba motivado para trabajar, y eso es exactamente lo que pasó». Es obvio que las empresas no quieren contratar a un profesional arrogante o que siempre atribuye la culpa a los demás, pero por otro lado, ¿por qué iba alguien a contratar a un profesional que se menosprecia a sí mismo? Alguien que se minusvalora es alguien al que las empresas rechazan. Puedo decir sin falsa modestia que ayudé a un sinnúmero de ejecutivos a tener éxito en esta búsqueda de nuevos desafíos tan solo cambiando su discurso interno y, por lo tanto, su actitud hacia sus propias habilidades. Analizando mi trayectoria desde mi cambio de carrera incluyendo los años en que viví en el mundo corporativo de Estados Unidos, y la de los numerosos ejecutivos que tuve la oportunidad de conocer, reflexioné profundamente acerca de la siguiente pregunta: ¿qué hace que un profesional destaque por encima de los demás en el mundo de la empresa, independientemente de su formación académica o su experiencia? La búsqueda de la respuesta se convirtió en casi obsesiva. Con frecuencia, cuando estaba guiando a profesionales o ejecutivos con dificultades de carrera, me venía a la mente una escena del personaje de cine Rocky Balboa, el boxeador increíble interpretado por Sylvester Stallone desde la década de 1970. La serie de películas marcó tanto mi infancia y adolescencia que incluso llegué a tomar clases de boxeo. En la escena en cuestión, en la que el protagonista estaba a punto de perder una pelea, su mánager se le acerca y le dice: «¡Ojo de Tigre! Recuerda el Ojo de Tigre». Era la consigna para la gran sorpresa. La expresión resumía e ilustraba la saga de un personaje que tuvo que enfrentarse y superar las situaciones más difíciles posibles hasta la victoria final. Desde entonces empecé a estudiar y asociar la idea del Ojo de Tigre a las luchas de la vida profesional. Y llegué a la conclusión de que este es el criterio que funciona realmente para detectar aquellos que van a tener éxito. Y me di cuenta de que en mi caso, el concepto también funcionaba. Lo que me había llevado a donde estaba exactamente era el Ojo de Tigre, que en ocasiones significa ver un obstáculo aparentemente insuperable y aún así no sentir miedo y superarlo. En otros, es el coraje de reconocer tus limitaciones y la humildad para aprender de los propios errores. En las películas el boxeador caía, se levantaba, golpeaba y se entrenaba como un loco para conseguir el mejor rendimiento. Básicamente, es lo que yo hago. Frente a un entorno adverso, aprovecho cualquier oportunidad para ir más allá de lo que se espera de mí y utilizar al máximo toda mi creatividad, energía y resiliencia para superar los obstáculos. Así que cuando entrevisto a candidatos para formar mis equipos o recomendarlos a otras empresas, siempre me pregunto si esas personas tienen o no Ojo de Tigre y selecciono a aquellos que poseen esa garra por encima de la media, esa actitud enfocada a la victoria. Descubrí el verdadero secreto que hay detrás de todos los profesionales de éxito: tienen Ojo de Tigre. Y es este descubrimiento el que voy a compartir contigo, querido lector, a lo largo de este libro, para que también tú puedas alcanzarlo.
Libro traducido del brasileño, con 12 ediciones en papel y más de 100.000 ejemplares vendidos
El Niño Gusano
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Dr. Mortis
Alan Moore Storyteller