Se analiza con rigor los déficits democráticos en varias áreas decisivas y propone soluciones con claridad y concreción, incluyendo, en su capítulo final, una propuesta de reforma de la Constitución con referencia expresa al tema del soberanismo, un tema que conoce a fondo y que ya ha tratado anteriormente.
Me han interesado especialmente las referencias a la necesidad de una democracia más participativa, con mayor exigencia en los compromisos de transparencia y comportamiento ético, que dé respuestas a una nueva ciudadanía con ansias democráticas que no se agotan con la introducción de papeletas en las urnas.
Este libro señala bien algunos caminos a seguir.