Egipto 1977. El protagonista de la novela es Oliver, un geofísico inglés que trabaja en un yacimiento petrolífero en Egipto. Está casado con Isabella, una arqueóloga marina que muere al descubrir un objeto de incalculable valor, y que desde hacía tiempo se había convertido en su obsesión. El objeto en cuestión es un astrarium, un planetario o reloj astronómico anterior al famoso encontrado en Antikythera que databa de la época de Cleopatra. La importancia y lo insólito del objeto que Isabella descubre el día en que murió y que deja en manos de Oliver era que por su características se remonta a una época mucho más anterior a la del mecanismo de Antikythera, para ser exactos la época de Ramses III, por lo que tendría una antigüedad de 2.000 años.
Destrozado por la muerte de su mujer y con un astrarium en sus manos, del que desconoce por completo su poder y su alcance en el mundo de la astrología a nivel internacional, se embarca en un viaje donde intentará encontrar el sentido a todo lo que le ha sucedido. Además descubre que el abuelo de Isabella fue miembro del Partido Nacionalista Fascista de Mussolini y pertenecía a una secta que rendía culto a los antiguos dioses egipcios. De repente se ve atrapado en un mundo de interrogantes donde su pragmatismo choca inevitablemente con el misticismo de un mundo y una civilización totalmente ajenos y opuestos a su mundo real. Faraones, dioses y diosas del Antiguo Egipto, teorías sobre almas que no logran entrar en el mundo del más allá, y vagan errantes en este, y un astrarium que aparentemente tiene alma y un poder ilimitable podría causar los mayores desastres hasta ahora conocidos.