La atención educativa de los niños y niñas con deficiencias físicas, psíquicas o sensoriales ha ido evolucionando en los últimos veinticinco años de manera constante, aunque desigual si comparamos lo que se ha conseguido a nivel escolar con los progresos en el campo social. Indudablemente es en el ámbito educativo donde se ha producido el mayor cambio.
En un primer momento, se construyeron escuelas de educación especial para poder escolarizar a aquellos alumnos, que «padeciendo» un dé ficit ostensible o no, no podían estudiar con los demás niños y niñas, a pesar de lo cual, y analizándolo con perspectiva histórica, fue un gran paso, puesto que antes no tenían derecho a la educación.