Argumento de La Encomienda de San Antón de Castrojeriz
La encomienda mayor de San Antón de Castrojeriz fue fundada por el emperador Alfonso VII en 1146. El lugar elegido es un páramo misterioso que recogió los saberes y secretos de la Grande Orden Militar y Monástica de los Caballeros y Monjes de San Antonio Abad, cuyo emblema universal es la tau griega y que hunde sus raíces en el siglo IV de nuestra era con una triple función: militar, religiosa de asistencia a los peregrinos y de caballería, que había sido fundada en el enigmático desierto de Egipto por Antonio, patriarca de los monjes, quienes dejaron una herencia de vivencias espirituales y de saberes astronómicos que entroncaban con el Antiguo Egipto, de tal manera que se considera a los caballeros templarios continuadores de los ritos, vivencias y saberes de los antonianos. La orden tuvo una rápida expansión por África, Europa, Asia y América.
A partir de 1095, en el Delfinado se funda la rama de los antonianos hospitalarios y en tierras burgalesas, en pleno camino de Santiago, construyeron su encomienda mayor, de la que dependieron más de una cincuentena de encomiendas, incluidas las de Portugal y México. Erigidos en canónigos regulares, la Casa mayor, próxima a Castrojeriz, se convirtió en referente asistencial de los peregrinos, sanando el fuego de san Antón, se construyó una iglesia de estilo tardo-gótico dentro de un complejo monástico de carácter defensivo, a la vez que vertebraba su dominio señorial y defendía sus derechos y posesiones. La orden fue suprimida en 1787 por Carlos III, sin causa objetiva, a instancias de Pío VI. Más de seis siglos de vida canónica, político-social, jurídica y económica de la encomienda de San Antón de Castrojeriz se compendian en este libro.0